viernes, 9 de septiembre de 2011

CASO DE INSEMINACION ARTIFICIAL CON EL ESPERMA DE SU MARIDO FALLECIDO

La joven francesa Corinne Parpalaix, de 22 años de edad, que obtuvo una sentencia favorable por la cual pudo ser inseminada con el esperma de su marido fallecido, ha visto frustradas definitivamente sus esperanzas de lograr el embarazo, declaró su médico. Los resultados definitivos de la inseminación artificial han confirmado las impresiones pesimistas de los médicos, adelantadas hace ya varias semanas, que detectaron que el esperma era de mala calidad y decidieron utilizar todo el conservado en un banco de semen en una única inseminación, que no ha dado resultado. Parpalaix llevó hasta los tribunales su caso, el primero de este tipo que se planteó legalmente, que provocó una gran polémica en Francia.

Donación anónima

La sentencia fue contraria a la tesis sostenida por el banco de semen donde se mantenía congelado el esperma del marido, Alain Parpalaix. Esta institución sostenía que el semen de un donante, considerado anónimo a todos los efectos, no podía ser devuelto a los familiares de éste en caso de fallecimiento. El tribunal dio peso a los argumentos humanos y al vacío jurídico, sin entrar en el fondo de la cuestión.Las circunstancias de la muerte de Alain y la relación entre la pareja antes de su fallecimiento contribuyeron a la popularidad del caso. Alain, que tenía cáncer de testículo, donó el semen antes de someterse a una operación para tratar de atajar el mal, operación que podía dejarle estéril. Alain falleció el 25 de diciembre de 1983, a los 26 años de edad. Dos días antes del fallecimiento contrajo matrimonio con Corinne en la habitación del hospital donde en encontraba internado.
La inseminación artificial falló debido a la poca cantidad y la pobre calidad del semen, declaró el ginecólogo Roland Daioux. "El caso de Corinne está, desgraciadamente, cerrado", afirmó. "Hicimos todo lo que pudimos en el plano humano. Pero las implicaciones legales que rodean la inseminación artificial no están resueltas".
El caso Parpalaix será tratado la próxima semana en París en un congreso internacional de médicos, abogados y filósofos sobre las implicaciones morales y legales que se desprenden de los nuevos métodos de reproducción artificial.
"Los bancos de semen deberían preguntar a los donantes si desean que su esperma sea utilizado después de su fallecimiento", dijo Dajoux. Afirmó que la decisión de llegar a los tribunales en el caso de Corinne se tomó para sentar un precedente, a pesar de que existían muy pocas probabilidades de que la inseminación tuviera éxito.


Este es un caso del Derecho Comparado (Francia) del año 1983 que nos muestra la incertidumbre que se plantea frente al vacio legal, tal como pasa hoy en nuestro país. Y esto lleva a la posibilidad de tomar una decisión teniendo en cuenta un aspecto humano de la situación y no objetivo como pasaría si existera una Ley Nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario